¿Telerrealidad
o telementira?
A veces cuando damos al botón de la televisión y no hay nada
que ver, nos quedamos contemplando esos programas que son comúnmente conocidos
como “reality shows”, en los que se ve
la carencia de cultura de alguna gente mayoritariamente joven que quiere darse
a conocer. Pero aunque esto sea cierto, también hay que admitir que tiene su
gancho, es decir, desde mi punto de vista están hechos para hacernos pasar un
momento divertido me refiero a que ponerse delante de la televisión en estos
tiempos, poder reírse y que no cueste nada, está bien.
Porque en realidad pienso que están creados para eso, para
entretener, y que la gente que va allí está muy estereotipada porque por
ejemplo te puedes encontrar a una poligonera de las de verdad, a una rubia
Barbie o al más creído del barrio… así que muchas veces no nos podemos creer lo
que vemos, pero por más que digamos que son todos iguales, nos mantienen
pegadas a la pantalla del televisor, porque nos hace gracia las cosas tan ridículas que dicen o hacen en algunas ocasiones.
Gran Hermano, Supervivientes, Acorralados…todos ellos son grandes negocios para las televisiones
desde hace más de una década. Pero a veces lo que tomamos como realidad es sin
embargo un engaño, un montaje sin guión, una forma de engañar al espectador más
inocente que se dejará una cierta cantidad de dinero en intentar salvar a su
candidato a ganador.
¿Y esos ganadores son flores de un día? Esos que se dieron a
conocer gracias a una frase que es típica en la final de estos realitis:“La
audiencia ha decidido que el ganador o ganadora sea…Desde mi punto de vista
creo que no, porque a partir del programa se hacen lo que se podría decir como
“nuevos famosos” es decir, que tienen un período de reconocimiento mediático
pero que al cabo de cierto tiempo todo el mundo se olvida de ellos. Pero luego
vuelven a buscar, esos platos que añoran para ganar algo de dinero.
Pero también tengo que reconocer que a mí me gustan, en
cierto modo también puede ser porque te hacen pasar un buen rato, riéndote de
la vergüenza ajena. Comentar con tus amigos quienes fueron los expulsados, cuál
es su favorito y debatir sobre ello… También sé que hay programas mejores y que
culturicen más, pero es que hoy en día las cadenas privadas se ganan la audiencia
gracias a ellos.
Así que llegamos a la conclusión de que la telerrealidad
produce tanto risas como comentarios de vergüenza. Así que para gustos colores
y si no le gustan que no miren.
Claudia TruánVázquez
4ºESO
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