¿Ficción o realidad?
La evolución de las
nuevas generaciones y el cambio de mentalidad a medida que van pasando los años
debido a las influencias de las tecnologías han desencadenado un fenómeno
televisivo al que hoy en día llamamos los “reality shows”. Este nuevo concepto
asociado al entretenimiento difiere mucho al de nuestros abuelos, para quienes
ver la televisión era todo un privilegio y uno de sus principales usos era para
informarse y más adelante para ver las series en familia y concursos como el “Un,
Dos, Tres”.
Pero poco a poco, los
programas realistas, concursos y demás han ido invadiendo las cadenas hasta
llegar al punto de que casi en todos los hogares se encienda la televisión para
ver un reality show; ¿Pero qué son realmente
los reality shows? De forma resumida podríamos decir que son un tipo de
programa que trata de mostrar de manera real y verídica las vivencias que una
persona o un grupo de personas tienen a lo largo de su día. Es decir, un
espectáculo inmoral basado en el morbo y con consecuencias muchas veces
negativas para las personas que participan en ellos, la mayor parte de las
veces movidas por el dinero y que supone una violación a su intimidad personal.
Este tipo de formato
televisivo, más participativo, es todo un nuevo fenómeno que supone un
abaratamiento respecto al sistema de producción ya que no requiere de grandes
escenarios ni efectos especiales. Pero lo que engancha tanto a jóvenes como a
las personas de más avanzada edad son las peripecias, las múltiples broncas,
pruebas y la convivencia de los participantes, en donde su idea principal es la
de evitar la ficción y mostrar una realidad que no sea intervenida o que lo sea
de la mínima manera posible.
En España, hay diversos
formatos de reality shows, para todos los gustos pero uno de los más conocidos
es Gran Hermano, en donde los concursantes son selectivamente escogidos entre
miles de personas que se presentan a los castings y que luego conviven en una
casa compartiendo momentos de su vida privada con los espectadores al ser
gravados las 24h del día con cámaras y en donde las peleas, amores y
enemistades son lo común, por eso habría que considerar si realmente lo que
estamos viendo es del todo real o si la única intención es captar a
telespectadores mediante, nunca mejor dicho, el “show”.
Lucía Linares Obarrio 4º ESO