miércoles, 18 de diciembre de 2013

                              
NELSON MANDELA(1918-2013)
Posiblemente la mayor parte de las personas de mi edad, entre los que me incluyo, habían oído hablar poco o nada de Sudáfrica, hasta 2010, cuando se celebró el Mundial de Fútbol en ese país. Pero antes había habido mucho de lo que hablar en Sudáfrica, había esclavos, había discriminación y había revolución.
Nelson Mandela fue encarcelado por la lucha contra el apartheid, estuvo 27 años en la cárcel por una lucha real y necesaria contra un enemigo que tenía el poder. Mandela luchó por los derechos raciales, como negro, porque el también estaba dentro de ese racismo, que existe porque los humanos nos creemos superiores a otros humanos. Mandela luchó en un país de habitantes negros gobernado por blancos, luchó y ganó.
Antes de ese Mundial de Fútbol que recordaremos como un hecho memorable por la victoria de España, hubo otro hecho que cambió la vida de muchas personas, también en Sudáfrica, se jugó un Mundial de Rugby. El deporte sirvió en esa ocasión como vía de unión entre razas, sirvió como cura contra la segregación racial y en gran medida gracias a la aportación de Mandela.
Mandela después de su encarcelamiento, salió elegido Presidente de Sudáfrica, un hecho que conmocionó al país ya que nunca había habido un Presidente negro. Los hechos que realizó Mandela durante su vida fuero del calibre necesario como para ser elegido Premio Nóbel de la Paz y su fallecimiento este año ha dejado al Mundo conmocionado.
La lucha de Mandela ha dejado un Mundo mejor, un mundo menos racista. Mandela enseñó mucho a nuestra sociedad y su nombre es usado como sinónimo de valentía, revolución pacifica y lucha contra el racismo.

Yago Couce López 3ºESO

lunes, 16 de diciembre de 2013

Mandela. Andrea Arias.

NELSON  MANDELA
Nelson Mandela(también conocido en su país como Madiba) fue el primer presidente  de Sudáfrica elegido democráticamente. Se trata de una de las figuras más importantes en la lucha por la igualdad racial.Ha recibido más de 250 premios, entre los que destaca el Premio Nobel de la Paz.
Nelson se formó en un internado y una universidad de élite negra. A los 23 años se mudó a Johannesburgo y entró a formar parte del CNA(Congreso Nacional Africano), un partido que abogaba por los derechos de la población negra del país.

En 1948  Mandela organizó una rebelión de desobediencia civil no violenta contra el apartheid, que se basaba en la segregación racial y en la que se imponía la supremacía del hombre negro.
Tras 10 años de lucha contra el apartheid los dirigentes imperantes quisieron acabar con la resistencia del CNA de raíz e ilegalizaron  el partido, llevando a Mandela y al resto de activistas a organizar una lucha en la clandestinidad.

El nivel de racismo alcanzó sus limítes cuándo en 1956 se aprobó el plan del gobierno de crear siete reservas de bantustanes ,que eran unas zonas aisladas y separadas del resto de la población dónde se quería confinar a la población negra.
En 1960 se produjo la matanza de Sharpeville en la que murieron 69 personas negras y 180 fueron heridas, tras que la policía abriese fuego contra una manifestación en contra de la segregación racial.Desde este incidente la política pacifista del CNA se transformó en lucha armada.
En agosto de 1962, Madiba fué arrestado por conspiración contra el gobierno y pasaría en la cárcel los siguientes 27 años de su vida, lo cuál no pasó así , lo soltaron antes porque durante los 80 el gobierno se sentía presionado  por el aumento de la violencia racial  qué aumentó el número de protestantes en contra del régimen sudafricano con el nombre de Madiba.
Tres meses después de su liberación  fue elegido para liberar el CNA y desde su puesto de poder luchó contra la democracia, consiguiendo que en 1994 se celebrasen las primeras elecciones democráticas de la historia de Sudáfrica, con él cómo vencedor, convirtiéndose así en el primer presidente negro de Sudáfrica.
El 20 de junio de 1999 Mandela  se retira de la política, dejando una Sudáfrica unida,democrática y con ansias de alcanzar el futuro esperanzador e igualatorio, que después de 27 años en prisión eligió tender una mano a la minoría blanca,que lo había encarcelado y supo conducir a su país a una transición histórica.

En julio del 2001, la oficina de Madiba anuncia que el ex presidente sudafricano padece un cáncer falleciendo el 5 de diciembre de 2013.
Madiba fue un símbolo de lucha contra el apartheid,dentro y fuera del país, una figura legendaria que representaba la falta de libertad de todos los hombres de color sudafricanos.

FRASES  DE MADIBA
-He luchado contra la dominación blanca y contra la dominación negra.He perseguido el ideal de una sociedad libre y democrática dónde todas las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades.Es un ideal por el que espero vivir y conseguir.Pero si es necesario es un ideal por el que estoy dispuesto a morir.
-La muerte es algo inevitable.Cuándo un hombre ha hecho lo que creía necesario por su pueblo y su país puede descansar en paz.Creo que yo he cumplido ese deber y por eso ahora descansaré para la eternidad.
-La grandeza de la vida no consiste en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos.
-Nadie nace odiando al otro por el color de su piel , su procedencia o religión.La gente aprende a odiar y si pueden aprender a odiar también pueden aprender a amar.

NELSON MANDELA

Solo por alzar la voz, solo por anhelar una vida diferente fue arrastrado al pozo donde la mediocridad y la genialidad se funden en un mismo gris oscuro. No era "EL" hombre, no era ningún mesías ni ningún héroe. Fue tan solo un hombre que supo perdonar, y supo -o debió aprender- a ser perdonado.
Es cierto que no estuvo solo, y que la mayoría de los que lucharon con él no tendrán funerales de estado, donde hipócritas de toda calaña derramen lágrimas de cocodrilo. No todos tendrán mensajes de apoyo ni serán tratados como héroes. La mayoría serán encontrados muertos  en el complicado entresijo de las cárceles sudafricanas donde el apartheid aún perdura.
Pues si de decir adiós a un buen hombre se trata, habrá que hacerlo como un verdadero buen hombre habría querido. Contando errores y no victorias. Pero ¿como se distinguen sin el hambre como perspectiva?
Puede que muchos digan que se equivocó prometiendo inmunidad a quienes habían torturado y matado a sus hijos. Los que robaron su tierra y subastaron su miseria. Puede que para muchos sea inevitable la decepción  al verle de la mano de quienes le encerraron. Viendo como ahora es un símbolo de la libertad de la que antes fue verdugo. ¿Como puede hablarse de victorias, cuando la población negra sigue atrincherada en suburbios, cuando los rencorosos siguen monopolizados por corporaciones inglesas, cuando el odio siguen siendo razón de vida?
No, él nunca lo llamó así. Mandela forma ya parte de esa larga historia de cuentos de hadas con finales incompletos que otros escribieron apresuradamente para impedir toda enseñanza poco grata. Como los Ignudi con lo que nadie pudo entender Miguel Ángel por querer huir de la doctrina. Como tantas otras verdades a medias cuyos límites siempre acaban difuminándose.
En la lengua de Shakespeare, a la cual parece haberla sentado mucho mejor los años, hay  dos palabras para definirlo. "History", es aquello que forma parte de nuestro pasado, de nosotros mismos. "Story" es todo lo que se inventan y crean a partir de ese punto. Que hay de cierto y qué no, supongo que es ya demasiado tarde para saberlo.
No soy nadie para juzgar el trabajo de un hombre. ¿Qué voy  a decir, sin haberle hablado en mi vida, sin conocer el sufrimiento? Simplemente ladrillos de vacía palabrería que pasen a formar un nuevo muro, en Sudáfrica o en cualquier otro lugar. No, de ninguna manera.
No otro cuento de villanos y héroes escrito desde la seguridad de un papel a miles de kilómetros. No otro artículo de mentiras y falacias. ¿Quien fue Mandela? Un hombre más. Un hombre que no se dejó callar, y ante todo, un hombre que no usaría el recuerdo de otros hombres para seguir dominando y dividiendo. Aprendamos de su legado. Nunca más palabras tergiversadas. Nunca más presos por alzar la voz, nunca más presos  por anhelar una vida diferente.


RICARDO POL.

martes, 3 de diciembre de 2013

Antagonity.

Le ardían las venas como si por ellas corriese serín. El agónico paso del reloj se mostraba amenazante mientras su sordo retumbar enmudecía la habitación en lo que él identificaba ya como los pasos de la muerte que le acechaba lentamente. Y con cada segundo, un nuevo paso. Y con él, un nuevo latido.  Y con cada latido, otra bocanada de infierno emanaba de sus pulmones encharcados en sangre. Como un alma en pena condenada a su última tortuosa noche.
Eran ya casi las tres. Ni la morfina había conseguido volverle imbécil. Hacía ya más de dos horas que el último cirujano había dejado aquella  mugrienta y dejada planta. No sería esta noche tampoco. Seguramente ya no sería nunca.
De pronto comenzó a sentirse muy cansado. Los brazos le pesaban y sentía una presión inhumana en las cuencas de los ojos. Se mareó y cerró los párpados un segundo.
Al abrirlos de nuevo,  todo había cambiado. Sostenía una copa en la mano derecha, que con repulsión, posó sobre una mesa de caoba que nunca antes había visto. Se percató entonces de la agilidad casi rítmica con la que lo había hecho. Hacía ya mucho que no se sentía así.
Se levantó, aún desconcertado. Las piernas ya no le temblaban. De hecho, se sentía con más fuerza que nunca. Oteó a su alrededor sin lograr encontrar nada sugerente. Comenzó entonces a caminar posando las manos sobre las gélidas paredes, como si su visión se difuminase a medida que se alejaba del azulejo que las recubría.
La gente que pasaba por su lado le observaba con indiferencia. O mejor dicho, no le observaba. De hecho, parecía que ni tan siquiera podían verle. Y para hacerlo todo aún más estrambótico, de sus sienes aún continuaba emanando el desquiciante retumbar del reloj que apenas le permitía pensar.
Siguió caminando, cada vez más rápido. Su corazón se desbocó a modo de advertencia. El reloj también pareció acelerarse. De él se valió de hecho para descender por las  escaleras en la más absoluta penumbra. De fondo, un rumor agitado y extraño.
Aún en la más absoluta oscuridad pudo reconocer perfectamente aquella sala. Era el hospital. Él ya había estado allí.
Desconcertado, se detuvo. Miró a su alrededor y sintió un escalofrío recorriendo su espalda mientras le inundaba una extraña sensación de claustrofobia. Se tiró al suelo, sintiendo como las paredes se encogían y amenazaban con engullirle.
Entonces un leve silbido, al principio casi inaudible, fue magnificándose hasta ensordecerle por completo, al tiempo que un potente fogonazo lo cegó por un segundo.
Y después volvió a escuchar las voces. Ahora sonaban mucho más agitadas y humanas, casi como si pudiera tocarlas…
Se despertó de pronto, sobresaltado. Intentó respirar, pero algo en su garganta oprimía su faringe. Cuatro personas se revolvían agobiadas alrededor de la camilla sobre la cual yacía. Sin entender nada, deslizó su mano por donde antaño había habido una sutura. Ya no estaba allí.
Y no era lo único que echaba en falta. Angustiado, levantó la cabeza y pudo contemplar con horror su descuartizado torso. Grito, más, de nuevo, nadie podía escucharle. Entonces lo comprendió todo y una sensación de paz inundó su rostro. El tiempo, una vez más,  había ganado la partida.

Ricardo Pol.






SOFÍA

Esta es la historia de una niña, una niña como cualquier otra, con sus esperanzas e ilusiones, con amigos verdaderos y con una familia que la quería mas que nada en este mundo, Lo tenía todo para ser feliz, menos unos riñones en buen estado.
A sus 6 años Sofía comenzó a enfermar de los riñones, teniéndola que conectar 3 días por semana a una máquina. Ya no podía correr por el parque, ni jugar en los columpios, pero mientras la conectaban a aquella máquina pasaba el tiempo imaginando las cosas que podría hacer cuando no estuviera presa en a aquel hospital.
Habían pasado ya 7 años, la imaginación comenzaba a no ser suficiente, y la esperanza cada vez era menor, por que increíblemente aún no habían encontrado a ningún donante compatible. Así que su hermano Alex el mismo día que cumplió la mayoría de edad se comprometió a donarle su riñón.

24 de Diciembre, un día antes de navidad. Cogidos de la mano como si eso pudiera ayudarlos, aferrarlos a la vida, los dos hermanos recorrían los pasillos del hospital tumbados en sus respectivas camillas. Así se mantuvieron hasta llegar a quirófano. Al tener que soltar la mano de su hermano a Sofía se le llenaron los ojos de lágrimas.
-Gracias Alex, era el mejor regalo que podían hacerme por navidad.
-Aún no es navidad princesa
-Os vamos a anestesiar ya - Se oyó a la anestesista.
-Hey Sofi, cuando salgamos de aquí nos vamos a ir tu y yo a ver el mundo
-¿En serio? ¿Me lo prometes?
-Te lo prometo
Dijo alex guiñándole un ojo y esbozando una preciosa sonrisa. Luego solo sintieron sueño, como sus parpados caían y oscuridad mientras caían en un profundo sueño...

La madre de los niños esperaba ansiosa, cuando vio al médico asomar por el pasillo.
-¿Como ha ido? - Preguntó levantándose del asiento.
-Bien, su hija está perfectamente... En cuanto a Alejandro... Hemos hecho todo lo que pudimos, lo siento de veras.
Llorando desconsolada se sentó en una esquina mientras su cuerpo temblaba frenéticamente.

Finalmente Sofía perdió un hermano, pero ganó una vida es verdad, no fue fácil, tubo que vencer sentimientos de culpa, tubo que depender de tratamientos post-transplante toda su vida, pero aún así decidió disfrutar de ella.
Cumplió la promesa que se habían hecho mutuamente de ver mundo, recuperó los años perdidos,vivió una vida por los dos, cumpliendo tanto sus sueños como los de Alex. En vez de poner flores en su tumba puso sonrisas y felicidad en su vida, eso es lo que hubiera querido su hermano, y eso hizo.


Fabiola Quintela.
¡Hey! ¿Me prestas tu vida?
Tic Tac, Tic Tac, Tic Tac… ¿lo oyes? Este es el sonido, el pensamiento, la llamada de auxilio… el tren que se va.
Tu tiempo se acaba, al reloj se le agota la arena y a ti se te escapa la vida entre los dedos.
Tic Tac, Tic Tac… ¿lo oyes? Si, ahí está, cada vez más despacio, más bajo. Es tu corazón.
Despídete y alza la cabeza bien alto, tu existencia llega a su fin.
Te apagas, algo en ti falla, una pieza del mecanismo está dañada.
¿Recuerdas cuando tiraste ese mando porque le fallaba un botón? ¿Ese móvil que se ralentizaba? O quizás… ¿aquel animal que sacrificaste porque ya no hacia “su trabajo”?
Que se siente? Lo sabes, verdad? Ahora, no eres más que un trasto inútil al que poco a poco se le agota la batería.
Pero traquilo, hoy es tu día de suerte, alguien ha oído tu llamada, alguien cree que merece la pena salvarte, eso  sí, recuerda que “la suerte solo es la muerte con una letra cambiada”.
¡Hey! ¿Lo oyes? ¡Espera, no te vayas todavía!  ¿No lo oyes? Escucha… Es tu corazón.
Si, vuelve a latir, pero… ¿qué ha pasado? Se había apagado para siempre, ¿no?
¿Lo notas? Lo llevas dentro, a tu salvador, tu ángel, ahora forma parte de ti, os fundisteis para ser uno.
Si, llevas su corazón. Forma parte de tu vida.
Estaría bien darle las gracias, a él no, claro está, a su familia, los que horas después de su muerte pensaron en ti, pensaron que su muerte podía convertirse en tu suerte… ¿te resulta familiar?
Pero no son los únicos, hay cientos de personas que se han esforzado en que tu vida siga, en convertir esa suerte en vida, y no, no son magos, no son dioses, no albergan divinidad alguna, son médicos, son pilotos, son anestesistas, son enfermeros, son… personas, como tú y como yo.
Es curioso, ahora que tu vida se apagaba, has sentido el amor, el afecto… has sentido el calor de la gente, gente que no te conocía, y aun así, dio su tiempo y su vida por salvarte.
Al fin y al cabo, a alguno le tiene que tocar la suerte.

Por: Martin García De La Fuente
UNA EXPERIENCIA ATERRADORA
Vivía en China. Trabajaba de cocinero en un centro comercial y cobraba poco dinero, pero por lo menos tenía empleo.
Un día cualquiera fui a trabajar. Entré en la cocina y me puse manos a la obra mientras la gente llegaba.
Ya era la una de la tarde y me tocaba tomarme mi descanso de quince minutos. Mientras estaba revisando el teléfono móvil, noté que el edificio vibraba. En seguida comunicaron mediante los micrófonos que no ocurría nada grave. Gracias a ese mensaje mis temores se fueron.
Volví al trabajo. Estaba cocinando una sopa de gambas. De repente, vi como caían arenillas del techo. En ese momento me temí lo peor. Le comuniqué al encargado lo que pasaba y dijo que no tenía importancia. Parecía convencido de lo que decía, pero mi instinto me ordenó irme de allí. Salí corriendo y el edificio empezó a moverse fuertemente, por lo que me apuré todavía más. Pero no sirvió de nada: el centro comercial se derrumbó.
Y no sé cómo, pero sobreviví. Cuando noté que llegaba al suelo sentí como caían los cementos, pero no me aplastaron de cintura para arriba.
Tres días después me rescataron. Estaba muy deshidratado y hambriento. Veía todo borroso y estaba demasiado mareado.
Me desperté en el hospital al poco rato. Ya no tenía la misma sed ni hambre. Me dijeron que había habido varios temblores leves que no habían causado daños graves, pero que el centro comercial se había derrumbado principalmente por el piso que le había sido añadido dos años atrás. Además, los materiales con los que estaba construido el edificio eran de muy mala calidad. Los dueños eran unos egoístas y ambiciosos que habían sido capaces de arriesgar tantas vidas solo para no perder dinero. Después, me dijeron que era probable que volviese a haber un terremoto, pero de los de verdad, Ya no me imaginaba tener que pasar por otra situación parecida, por lo que decidí mudarme a otro país.
Ahora vivo aquí, en las Islas Filipinas, y estoy buscando trabajo.
Octubre de 2013


Aarón Castelo.