viernes, 21 de diciembre de 2012

YA ES NAVIDAD


CONSUMISMO NAVIDEÑO

Relacionar el consumismo con una comida familiar navideña

Llega el esperado día 25, la abuela, siendo la mejor cocinera, sale al mercado de la zona, y se dispone a oler jamones, sobetear naranjas, catar turrones, y utilizar todos sus sentidos para adquirir los mejores productos, casi sin imortar el recio, porque al fin y al cabo, es Navidad, época en la que se permiten excesos de todo tipo.
Unas ostras, marisco y centollos, no pueden faltar en la mesa, a pesar de valer su peso en oro, sobre todo en estas fechas. No nos olvidemos de un buen vino para acompañar las vieiras y uno de los mejores champagnes para brindar al acabar la velada. Se reúnen todos en la gran mesa que llevaba un año acumulando polvo en el trastero y que los hombres más forzudos han llevado al salón. Tras esa inolvidable noche, no queda ni rastro del caro marisco, y el champán burbujea en la tripa de los comensales mayores de edad.
Días más tarde, el 31 de Diciembre, vuelven a reunirse los aún empachados familiares, pero esta vez se alimentan a base de 12 uvas gold, ya peladas y sin pepitas, y se vuelve a acudir a la tienda, porque el champan, no puede faltar.
Llegado el 6 de Enero, los niños tienen cientos de caprichos bajo el árbol, que da igual si lo van a usar o no, pero los Reyes Magos tienen todo lo que está en la extensa lista de regalos que los niños tan felizmente envían.
Después llega la cuesta de Enero, cada año más empinada, hasta que al cabo de unos años, se convierta en una pared completamente vertical, contra la que darse de bruces y perder un par de dientes a causa del golpe, pero al fin y al cabo……………. Es Navidad.

Luis Rodríguez.

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